Perashat Bemidbar

 

 

“Así acamparán los Hijos de Israel”. 2:2

 

La Perashá Bemidbar comienza con el censo del Pueblo y su formación en el campamento según sus banderas. Esta porción de la Torá se lee generalmente cerca de la fiesta de Shabuot. La semana pasada en Perashat Bejukotay, leímos las graves consecuencias que trae la transgresión de los preceptos de la Torá; ¿Acaso al leer estos versículos no despertamos acusación contra el Am Israel? Dice la Mishná: Todo el que comete una sola transgresión adquiere para si un acusador.[1] Entonces ¿Por qué coinciden estas Perashiot con la fiesta de Shabuot?

 

En todas nuestras festividades hay un símbolo que identifica alguna característica particular y ésta, durante su acontecer, ejerce una influencia sobre nosotros. Por ejemplo: Pésaj es el tiempo de nuestra emancipación, en esta fecha se vive una atmósfera de libertad. Shabuot es el tiempo de la entrega de nuestra Torá. En este día se renueva la misma sensación de cuando la recibimos y sólo aquél que se prepara adecuadamente podrá obtener sus beneficios. Dice el versículo: Cada hombre junto a su estandarte, conforme a las insignias de las casas de sus padres, así acamparán los Hijos de Israel.[2] Los Yehudim llevaban más de un año deambulando por el desierto[3] y fue entonces que Hashem les ordena hacer una bandera que represente las características y la misión de cada uno. A primera vista, esto debía provocar una división entre ellos, ya que cada uno pertenecía a un grupo o familia distinta a la otra…. No sucedió así; aunque cada tribu poseía su singularidad, tenían entre todos un interés común y el centro que los unía era el Santuario, alrededor del cual todos acampaban, esto disipaba cualquier factor de discordia y habitaban unidos.[4]

 

Tú eres bella, mi querida y defecto no hay en ti.[5] Hashem alaba al Am Israel y le dice: “Tú estás en un lugar muy elevado, allí no puede llegar a ti ninguna acusación. Rabí Israel de Salant dijo: “Todo Israel es justo, todos son eruditos y todos son santos”. Por un lado decimos: "Cuál granada partida son tus sienes (Rakatéj) Y esto sigifica que incluso los ignorantes del pueblo (reikaním, voz emparentada con rakatéj) están colmados de buenas acciones como semillas de una granada.[6] Por otro lado dice: No existe un hombre tan absolutamente justo sobre la tierra que siempre haga el bien y nunca se equivoque.[7] Parecería que los versículos se contradicen, pero no es así, cuando todo el Pueblo se mantiene unido no se le notan sus defectos, pero cuando alguno se separa de la congregación entonces es analizado al detalle.

 

 El Gaón Rabí Eliahu Lopian viajaba en un tren. Pasaban por un tramo que franqueaba la orilla del mar. Desde las ventanas los pasajeros miraban con deleite las aguas del Mediterráneo. El Rab aprovechó la ocasión para darles una lección a sus alumnos: “Vengan, asómense: ¿Habían visto antes un paisaje así? Pronuncien la bendición correspondiente y terminando les voy a impartir una importante enseñanza: “Al mirar por esa ventana, sus ojos alcanzaron a ver las azules y cristalinas aguas que comienzan desde la playa y se adentran hasta que se pierden en el horizonte, esto nos muestra lo inmenso y majestuoso que es el océano. Sin embargo, si pudiera alguno de ustedes bajarse del tren y extraer un poco de agua y probarla, se daría cuenta que está saturada de sal… La vista del mar da una muy bella impresión, desde lejos sus aguas se ven claras y frescas, pero si separamos una pequeña porción de agua de las demás y la metemos a nuestra boca, nos daremos cuenta que ni siquiera es apta para beber…

 

La palabra Shalom no significa solamente paz, lo contrario de guerra, sino que deriva de una raíz que expresa los conceptos de "completo" e "íntegro"; el concepto de paz no se aplica cuando existe una sola cosa, sólo puede existir entre dos entidades separadas. Cuando dos seres conviven juntos armoniosamente, entonces se puede decir que reina la paz entre ellos. Y cuanto más diferentes y opuestos sean y, a pesar de ello, conviven bien salvando sus diferencias, más se puede afirmar que impera la paz entre ellos. Cada tribu tenía una bandera que mostraba su individualidad, esto no impedía que estuvieran unidos hasta el grado que se consideraban como un único cuerpo, compuesto por varios miembros que sienten y se asocian unos con otros.

 

Cuando algún Leví cumple sus Mitzvot particulares, no sólo él las está cumpliendo, sino que el Pueblo entero también. Cuando el rey cumplía sus preceptos, todo el Pueblo se unía a él en la acción. Por lo anteriormente expuesto, resulta que todo Yehudí cumplía las 613 Mitzvot gracias a la total unión y pertenencia al Pueblo. Sólo por la hermandad puedes aceptar sobre ti mismo la Soberanía de Hashem. La llave para ser temeroso de Hashem es la unidad de uno con el otro.[8]

 

Cierta vez, el Rab Ezrá Attie estaba estudiando con el Rab Yosef Ades, tan inmersos estaban en el tema que no se dieron cuenta de la avanzada hora. Estaban discutiendo sobre un tema, uno explicaba de una forma y el otro entendía distinto. Amaneció y cada uno fue a hacer Tefilá y regresaron a sus casas. Al día siguiente, comenzaron a estudiar el tema desde donde lo habían dejado y el Rab Ezrá Attie le dijo alegremente al Rab Yosef Ades: “Ayer, cuando regresé a mi casa y estudié nuevamente el asunto, recordé un argumento que coincide justamente con lo que tu opinabas, me parece que tienes razón… Recién terminó de hablar y Rab Yosef le dijo: “Yo también encontré una prueba según tu opinión”…. Cada uno intentó justificar las palabras del otro.

 

Antes de recibir la Torá dice: Y acampó allí Israel - como un solo hombre y un solo corazón.[9] La condición para que Israel pudiera recibir la Torá fue la unión. A partir de haberse transformado en poseedores de un solo corazón demostraron que estaban preparados para recibir la Torá que contiene 600,000 letras, en representación a las seiscientas mil almas que hay en Klal Israel.[10] En otras lenguas encontramos que una sola letra puede expresar algo; el único idioma en donde no encontraremos esto, es en la lengua sagrada, para enseñarnos que un Yehudí nunca puede estar solo, porque ninguna parte del Pueblo Judío por separado, es su esencia. El propósito de la unidad de Israel es reflejar la Unidad del Creador. Vemos aquí un claro mensaje para recibir la Torá en esta fiesta. Tenemos la responsabilidad y la obligación de convivir con armonía y fraternidad; olvidarnos de nuestras diferencias y apoyar en lo que podamos a todos nuestros hermanos. Shabuot no es una fecha histórica de algo que sucedió hace mucho tiempo atrás, sino que año con año debemos prepararnos para recibir la Torá nuevamente con todo lo que ello implica. …. ©Musarito semanal

 

 

 

“La hermandad posee una fuerza enorme, pero sólo si esa hermandad está dirigida al cielo.”[11]

 

 

 

 

 

[1] Pirké Abot 4:11; Es un ángel que se crea por su transgresión y exige delante de Hashem que se lo castigue.

 

[2] Bemidbar 2:2; Cada tribu tenía su bandera de un color y una insignia diferente, Rashí

 

[3] Shemot 1:1

 

[4] Rabí Yaacob Kaminetski

 

[5] Shir HaShirim 4:7

 

[6] Shir HaShirim 4:3; ver también Berajot 57a

 

[7] Kohélet 7:20

 

[8] Rabí Moshé de Kobrin

 

[9] Shemot 19:2

 

[10] Pné Yehoshúa

 

[11] Rabí Arié Leib de Gur

 

 

 

 

 

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