La obstinación ¿es positiva o negativa?

 

 

 

“Se levantó Bilam en la mañana”. 22:21

 

 

El ejército israelita comandado por Moshé, arribó a las afueras de Moab. Los moabitas temblaron de miedo, ellos habían fincado su esperanza en que los grandes imperios emoritas, encabezados por los poderosos gigantes: Sijón y Og los protegieran, más no fue así,[1] el ejército israelí acabó con ellos en el contraataque. El ejército de los moabitas era mucho menor que el de los emoritas y aun a sabiendas que Hashem había advertido a Moshé que no librara guerra contra ellos,[2] debían dejarlos pasar sin molestarlos, sin embargo, derivado del odio añejo que guardaban contra los judíos, no obstante, designan a un nuevo rey: Balak, quien portaba varias condecoraciones como poderoso héroe de guerra.[3] Midián y Moab eran vecinos, y a pesar de su antipatía,[4] hicieron un pacto de paz, solo con la intención de unir fuerzas para enfrentar a los judíos, a quienes aborrecían aún más.[5]

 

Balak quiso averiguar el secreto del fenomenal éxito del pueblo judío y consultó a los sabios de Midián. Ellos conocían a Moshé, él había residido entre ellos mientras se ocultaba de la espada del faraón.[6] Le advirtieron: “No intentes enfrentarlos mediante la fuerza, no obtendrás la victoria. La fuerza de Israel no reside en sus armas ni en su estrategia de guerra, ellos ganan la batalla con sus plegarias; cuando ellos claman a Hashem, Él cumple todo lo que Le solicitan. Entonces dijo Moab: “La única posible forma de enfrentarlos es utilizando el mismo método,[7] convoquemos a Bilám, cuyo poder profético se equiparará al de Moshé.[8] Su fuerza está en su boca, si el los maldice, podremos entonces arremeter contra ellos”.[9]

 

Hashem decidió que las naciones gentiles tuvieran un profeta que de alguna manera fuese equiparable a Moshé, aunque en realidad era muy inferior a él, esto con el fin de contrarrestar el reclamo de los gentiles, que podrían argumentar que si hubiesen tenido un dirigente como Moshé, habrían sido como los Hijos de Israel. Bilam fue ese profeta.[10]

 

Balak fue en busca de Bilam, ambos guardaban un odio ancestral contra los Hijos de Israel. Después que Bilam aceptara la jugosa recompensa ofrecida, les pidió a los delegados de Moab que pernoctaran en su casa; él solo podía recibir la profecía mientras dormía. La respuesta que recibió de Hashem fue terminante: “¡No podrás ir con ellos!”.  Al día siguiente recibe la misma negativa. Continuó insistiendo, y dado a que todo hombre es conducido por el camino que desea ir,[11] Hashem consintió que fuera solamente para dar consejos a los demás. Bilam madrugó y ensilló su asna. Un Ángel se le apareció en tres ocasiones y él continuaba empecinado en conseguir maldecir a los judíos….

 

¿Cómo puede alguien ser tan obstinado? Los emorim, sabían sobre los impresionantes milagros que Hashem realizó contra el faraón para sacar a los Hijos de Israel de Egipto, y aun así se atrevieron a atacarlos…. Los midianim y los moabim, vieron la derrota de sus poderosos vecinos, además que tenían el amparo que Moshé se había comprometido a no atacarlos, ¡y aun así deciden enfrentarlos….! Bilam, fue obstaculizado por Hashem en varias ocasiones, insistió e insistió… ¿Qué sentido tenían? ¡Era obvio que ninguno de ellos se saldría con la suya! ¿Por qué seguían adelante?

 

Cuando alguien es cegado por sus deseos, correrá y correrá en busca de saciar su apetito o hasta que algún obstáculo lo detenga o peor aún que llegue al borde de un precipicio y caiga al vacío. La terquedad se refiere a aquel que tiene el cuello demasiado rígido como para redirigir los pasos de su marcha, por lo que nunca podrá cambiar de trayectoria. Semejante persona presta oídos sordos a la crítica y al no reconocer sus errores el tropiezo es inevitable.[12]

 

Había un general que era admirado por ser un astuto estratega y guerrero. Quienes estaban cerca de él, sabían que era presa de dos debilidades: la soberbia y el enojo. Un día, el general escuchó, que en una de las provincias, se brindaría un gran concierto; la orquesta sería dirigida por un director de orquesta de mucho renombre y la participación de decenas de famosos instrumentistas. Era amante de la música, y no podía perderse un evento de semejante calibre. Adquirió los boletos de avión y en la fecha requerida se presentó puntualmente en el aeropuerto. Estaba cómodamente sentado en la sala de espera, y de repente escucha su nombre por el altavoz, debía presentarse en el mostrador de la compañía aérea. Llegó ante el operario y fue informado que hubo una sobreventa de boletos y por ser que él había adquirido su pasaje al final, lo pasarían al siguiente vuelo disponible. El hombre comenzó a irritarse, y le ordenó al operario que eligiera a otra persona. El funcionario extendió una disculpa por parte de la compañía, diciéndole apenado que era imposible que viajara en ese avión, ya que todos los asientos estaban ocupados.

 

El general enfureció gritó: “¿Cómo se atreven a hacerme algo así? Seguramente no saben con quién están ustedes hablando. Si supieran el servicio que yo he brindado al país durante años, ¿Y ahora pretende decirme que yo no podré volar? Mostró sus credenciales y exigió la lista de pasajeros. Después que confirmó que en realidad no había un solo lugar disponible, tomó un bolígrafo, eligió un nombre al azar lo tachó y escribió allí su nombre, ¡Listo! Ahora podré viajar…

 

Después de algunas horas de viaje, el general llegó a la sala de conciertos, y para su sorpresa y decepción, los organizadores anunciaron que el concierto se había suspendido, debido a que el director de la orquesta no pudo llegar a la ciudad. Informaron al entristecido público, que la compañía aérea fue obligada a borrar su nombre de entre los viajantes. El director anunció que no se presentaría más y que además exigiría una indemnización por los daños y perjuicios que le habían provocado… No hace falta describir el sentimiento del general. También viajó varias horas, fue y volvió, y finalmente no hubo concierto. Todo, a consecuencia de su necedad…[13]

 

Hasta aquí, podríamos concluir en que la testarudez es un rasgo del carácter completamente negativo…. Las dificultades generalmente traen consigo desesperanza, Hashem no las manda con ese objetivo, Él desea que el hombre se sobreponga con toda su energía a los desafíos. El pesimista ve la dificultad en cada oportunidad, el optimista ve la oportunidad en cada dificultad. Imaginemos a una humanidad conformista, transigente y resignada, ¿Existirían acaso los enormes rascacielos? ¿Los adelantos en la ciencia, tecnología y medicina? ¡Cuántos beneficios hemos recibido gracias a la obstinación y tenacidad de personas que no se rindieron al primer intento…! Todo rasgo de carácter tiene su lado positivo y lo negativo, ser testarudo es tanto bueno como malo. Es malo porque te hace ser terco y renuente al cambio. Pero es bueno porque te aferras a tus creencias a pesar de las modas y tendencias. La terquedad es el alimento de la fuerza de voluntad. La Torá califica a los judíos como un pueblo testarudo.[14] Se dice que si los judíos no fueran así, no habrían sobrevivido hasta la actualidad…. © Musarito semanal

 

 

 

“La línea que separa a la necedad humana de la terquedad inteligente es muy delgada. La perseverancia es convertir lo imposible en posible”.

 

 

 

 

 

 

[1] Ver Rashí, Bemidbar 22:2.

 

[2] Eran descendientes de Lot; Debarim 2:9.

 

[3] Rashí cita al Midrash Tanjumá 4; Ver Najalat Yaacob.

 

[4] Bereshit 36:35.

 

[5] Ver Rashí Bereshit 36:35.

 

[6] Shemot 2:15.

 

[7] Bemidbar Rabá 20:4

 

[8] Ver Zebajim 116a.

 

[9] Tanjumá 3.

 

[10] Vease Ramban en Bemidbar 24:3-4.

 

[11] Macot 10b.

 

[12] Ver Ibn Ezra y el Sforno, en Shemot 32:9.

 

[13] Traducido del libro Barejí Nafshí.

 

[14] Shemot 33:3.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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