El cantar de los cantares

 

 

¡BeSimán Tob! Comenzamos un nuevo año y también un nuevo proyecto. Durante doce años hemos publicado ininterrumpidamente comentarios sobre las Parashiyot y Haftarot de cada semana. Decidimos dar un giro a la temática del Musarito y con la ayuda del Todopoderoso procuraremos analizar semanalmente un pasaje del libro de Shir HaShirim (Cantar de los Cantares).

 

Shelomó Hamélej, el hombre más sabio entre los hombres,[1] consiguió comprender y extraer lo oculto, la sabiduría que se encontraba atesorada aun en las cosas mundanas[2] y las transmitió por medio de tres hermosos legados   que fueron incluidos en el Tanaj en virtud que fueron entregados a la humanidad por Inspiración Divina (Rúaj HaKódesh) y se los considera como Sifré Kódesh, es decir escritos sagrados. Estas tres obras son: Mishlé (Proverbios), Shir HaShirim (Cantar de los Cantares) y Kohélet (Eclesiastés). El libro de Mishlé trata sobre moral. Nos enseña cómo prevenir la caída del ser humano bajo los ardides de nuestro instinto maligno y nos muestra el camino para vivir con plenitud y sabiduría. Kohélet: en esta obra Shelomó Hamélej expone que, la persona que dedica su vida a la búsqueda de placeres desperdicia su existencia. Todas las ocupaciones en la tierra cobran significado sólo si son usadas para servir mejor al Creador. El Shir HaShirim fue compuesto durante el apogeo de su reinado.[3] Es una canción poética, una alegoría del amor que existe entre el Creador y el pueblo judío. Una canción que contiene muchas alabanzas del cuerpo físico. Seguramente no se refiere al valor estético de la forma humana. Se refiere a lo que podemos llegar espiritualmente cuando sabemos utilizar correctamente el cuerpo y el potencial con los que fuimos creados. Describe también en forma figurativa distintos momentos de nuestra historia: la creación del mundo, los patriarcas, los motivos del exilio y la liberación de Egipto, las alabanzas de Israel frente al Mar (Rojo), los Diez Mandamientos y la Revelación Divina frente al Monte Sinaí, la travesía de los judíos por el desierto hasta su llegada a la tierra de Israel y la construcción del Bet HaMikdash. Los Nombres Santos del Creador, el significado del destierro posterior de los judíos entre naciones ajenas y su salvación de allí, el sentido de la resurrección de los muertos, lo que sucedió en el pasado y lo que será en el futuro… todo está en Shir HaShirim, un poema compuesto con inspiración y elevación Divina,[4] donde se manifiesta la máxima expresión de amor que existe entre el Todopoderoso y su pueblo.[5]-[6]

 

En el Tanaj encontramos diez cánticos que fueron creados con un alto grado de fe en momentos de exaltación espiritual, de triunfo y de salvación, mismas que llegaron a la categoría de ser mencionadas como sagradas: La primera Loa fue compuesta por Adam Harishón[7] cuando descubrió, por medio de su hijo Káyin, el concepto de la Teshubá (arrepentimiento).[8] La segunda, la entonó Moshé Rabenu junto con el Pueblo de Israel en el momento en el que vivenciaban el milagro de la partición de las aguas del Yam Suf.[9] La tercera fue interpretada por Hijos de Israel después que se dieron cuenta del suceso extraordinario del cual fueron partícipes. Las tropas emoraítas habían preparado una emboscada, Hashem cerró las montañas del cañón por donde deberían pasar los israelitas y los aplastó. Después que  se percataron del milagro que había sucedido, alabaron al Creador por medio de un cántico.[10] La cuarta fue entonada por Moshé dentro del discurso que dirigió antes de que entraran a la Tierra de Israel. En este cántico, llama a los cielos y a la tierra para servir como testigos de las calamidades que habrían de acontecer si ellos pecaren. Así también contiene el último regocijo que vendrá con la redención final.[11] Quinta: Yehoshúa Bin Nun alabó al Creador por el milagro de detener el sol durante 36 Horas, mientras Israel derrotaba a los emoraítas.[12] Sexta: el día en que los Hijos de Israel exterminaron a Yavín, rey de los kenaanitas, debido a que Yael cometió el heroico hecho de aniquilar a su líder, Siserá.[13] El cántico de Janá: cuando llevaba a su hijo Shemuel delante de Elí HaCohén para que sirviera dentro del Beth HaMikdash recitó una plegaria tan ferviente que se consideró el séptimo canto profético.[14] David Hamélej compone la octava: una bella alabanza, donde proclama y agradece a su Creador por todos los milagros que hizo para salvarlo a él y a todo el Pueblo de Israel de las manos de sus enemigos y en particular del acecho de Shaúl quien buscaba aniquilarlo.[15] El Cantar de los Cantares, es considerada la novena poesía que compuso con Inspiración Divina Shelomó Hamélej, en la época que era rey de Israel. Por último, habrá un décimo cántico que entonaremos al final de todos los exilios:[16] Entonen a Hashem un canto nuevo.[17]

 

En las comunidades orientales (Sefaradim) y también en muchos círculos Ashkenazim, se lee el Shir haShirim todos los viernes a la tarde como parte de la ceremonia de recibir el Shabbat. He aquí algunos de los motivos:

 

No hubo un día más propicio para el Am Israel como el día en el que se entregó el Shir HaShirim. Tampoco hay un momento en los días de la semana como aquel en el que el hombre se quita sus ropas de entre semana y se sumerge en la Tebilá (Mikvé), se baña y se viste con ropas finas y se prepara para recibir el santo día de Shabbat. En ese momento su cuerpo adquiere una luz de santidad, que emana del santo día de Shabbat, y lo prepara para recitar el Shir HaShirim con unción que exige el momento.

 

En el Shir HaShirim el Am Israel se comparó en forma alegórica a una novia y el Shabbat es la reina de Israel.

 

La víspera de Shabat se representa por la época de lo que va a suceder en la transición del mundo cuando sea redimido por medio del Mashíaj Tzidkenu.

 

El Taná Rabí Eliezer falleció en la víspera de Shabat y él le enseñó a Rabí Akibá doscientos dieciséis motivos y las explicaciones del Shir HaShirim.

 

El Midrash[18] afirma que hay diez expresiones que la Escritura utiliza para referirse a la plegaria: Clamor. Invocación. Sollozo. Canto. Insistencia. Llamado. Caída. Reflexión. Contacto. Gracia. Todas las manifestaciones son apropiadas para despertar la Misericordia Divina, sin embargo, la expresión más funcional es la del canto.[19] Es por esto que debemos entonar el Shir HaShirim con voz clara, sin prisas, con concentración, sin interrupción; procurando que cada palabra se pronuncie con claridad, poniendo cuidado en modular la entonación como es debido. Debemos recitarlo, aunque no entendamos los secretos que se encuentran ocultos allí. Hay personas que cometen el grave error de platicar en el momento en el que los demás están cantando el Shir HaShirim, esto se compara a aquellos que cambian perlas por unas moneditas o por barro… Si uno estuviera parado delante de un rey mortal, sirviéndolo y alabándolo, ¿acaso interrumpiría la alabanza por el honor de otra persona? ¡Seguro que no! Si el respeto a un rey mortal es así, ¡Cuánto más y más merece el honor de Hashem! Si pudiéramos apreciar la importancia que tiene, no dejaríamos pasar esta preciosa oportunidad que poseemos ¡Ni siquiera para pronunciar palabras de Torá…! ¡Porque hay momentos para cada cosa...! Cada palabra contiene secretos esotéricos muy elevados, incluso los Jajamim que entienden de estos temas no pueden comprender ni una millonésima parte de lo que encierra esta gran sabiduría, mucho menos nosotros que no entendemos ni siquiera lo superficial de lo que estamos leyendo…

 

Son muchas y variadas las interpretaciones que hay sobre el Shir Hashirim, vamos a procurar traducir y explicar principalmente las exegesis del Metzudat David.[20] Rogamos al Creador que podamos presentar y resumir en estas cortas líneas el mensaje y el significado de esta santa obra. El objetivo de la publicación es dar una mejor difusión y conocimiento de este hermoso cántico, rogamos al Todopoderoso que logremos estimular el amor ardiente y la pasión que emanan del Shir Hashirim para así unificar Su Nombre con Su Presencia. © Musarito semanal

 

 

 

 

 

“Todos los que cantan en este mundo tendrán el mérito de cantar en el Mundo Venidero”.[21]

 

 

 

 

[1] Ver Melajim I, 5:9

 

[2] Rabí Arié Leib Migúr; Sefat Emet; Pesaj; Keneset Israel, pág. 26

 

[3] Reyes I 5:1-14

 

[4] Metzudat David

 

[5] Rabí Yejeskel Levinstein; Keneset Israel, pág. 30

 

[6] Ver Kedushat HaLeví; Keneset Israel, pág. 29

 

[7] Midrash Rabá 22:12

 

[8] Tehilim 92.1

 

[9] Entonces (por eso) cantó (alabó) Moshé y los hijos de Israel; Shemot 15.1

 

[10] Entonces cantó (alabando) Israel el cántico éste. Bamidbar 21.17

 

[11] Oíd oh cielo y hablaré…. Debarím 32.1

 

[12] Entonces habló (alabó) Yehoshúa a Hashem… Yehoshúa 10:12

 

[13] Cantó Deborá, con Baraq, hijo de Abinoam…Shofetim 5:1

 

[14] Oro Janá diciendo…. Shemuel I 2:1

 

[15] Y dijo (David): El Eterno es mi roca…. Ver Shemuel II, Cap. 22:1-51 y también Tehilim18:1-51

 

[16] Shir HaShirim Zutá 1

 

[17] Yeshayá 42:10; Ver también Tehilim 98:1

 

[18] Sifrí 26

 

[19] Ver Baál HaTurim en Debarim 3:23

 

[20] Rabí David Altschuler, comentarista del Naj, siglo XVII

 

[21] Sahedrín 91b

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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