Perek 1, Mishná 6

 

 

Yehoshu'a ben Perajiyá y Nitay de Arbela recibieron la tradición [Torá Oral] de ellos [los sabios antes mencionados]. Yehoshu'a ben Perajiyá dijo: Hazte de un maestro; gánate un amigo y juzga a todo hombre con benevolencia,

 

 

Alrededor del año 3560, en los difíciles tiempos de los Jasmonaím, Yehoshúa ben Perajiyá y Nitay de Arbela, integraron la segunda pareja de las cinco Zugot. Ellos fueron los responsables de conducir la vida espiritual de Israel. Después de la trágica muerte de Yosé ben Yo'ezer, Yehoshúa ben Perajiyá se convirtió en el Nasí. Durante su regencia, Yojanán ben Horkenos fue electo por los griegos como Cohén Gadol, él era un saduceo declarado. En esa época, el rey Yanai perseguía a los Perushim (fariseos) para aniquilarlos, y Yehoshúa ben Perajiyá tuvo que huir a Alejandría (Egipto) para proteger su vida. Permaneció allí hasta que Shimón ben Shataj, cuñado de Yanai, estableció la paz y consiguió el indulto para los Sabios y entonces le pidió a Yehoshúa ben Perajiyá que regresara y ocupara de nuevo su cargo de Nasí.[1] Nitay de Arbela provenía de una ciudad de Galilea, una comarca al norte de Tiberias. Él fue el director del Sanhedrín. Junto con Yehoshúa ben Perajiyá, resolvieron juntos las constantes diferencias que surgían en el seno del pueblo.

 

Los tres consejos de Yehoshu'a ben Perajiyá tienen un fin en común: construir una sociedad sana basada en la confraternidad; para conseguirlo, se requieren tres cosas: Encontrar un maestro que le enseñe Torá. Buscar un amigo y tener una actitud positiva en su trato con los demás. Hazte de un maestro; cuando la Mishná establece que cada persona debe buscar un mentor fijo de quien aprenda todo lo que hay que saber. Rabbí Meir solía decir: El que estudia Torá con un solo maestro, ¿a quién se le compara? A un terrateniente que posee una sola parcela, en una parte siembra trigo y en otra cebada, además planta olivos y robles, este hombre podrá cuidar y satisfacerse con todo lo que genere su campo. Mientras que aquel que tiene varios maestros, genera dudas y confusión, este se compara a uno que tiene muchos campos y en cada uno de ellos siembra un producto distinto, este hombre tiene su atención dividida en varias porciones de tierra, y por cuidar uno, descuida el otro y esto le genera inquietud y temor de perder parte de su producción.[2]

 

El Creador, dispone en nuestras vidas, primero a nuestros padres, después a los maestros y grandes Jajamim para que nos transmitan sus enseñanzas morales y la sabiduría que adquirieron con la experiencia de sus vidas, y nos muestren como relacionarnos con nuestro Padre Celestial en forma clara y certera, y así también con lo que respecta a nuestras relaciones interpersonales: Caminar con los sabios, te hará más sabio.[3]

 

Se entiende de la Mishná que hay que buscar un maestro, y a un amigo hay que adquirirlo, ¿Acaso se refiere a que un amigo debe ser comprado con bienes? El Taná no se refiere a esta forma de adquisición, (aunque de ser necesario, debe hacerlo aún de esta forma)[4], se refiere a adquirirlo con atención, interés y amor. La amistad no viene gratis; requiere tu tiempo y consideración. La amistad es una de las cosas más valiosas que adquiere una persona en la vida, hasta el punto de que fue dicho: Una persona sin un amigo es como la mano izquierda sin la diestra.[5] La verdadera amistad es algo más que tener “algo en común”, debe ser un amigo bueno, temeroso del Cielo y que se aparta del mal, ya dijeron nuestros sabios: Sube un escalón y busca un amigo.[6]

 

Tener amigos es sumamente importante, porque ellos son nuestro soporte emocional en cualquier situación. Tener un buen amigo, que pueda conocer tus sentimientos, que sepa motivarte, guiarte y evaluar objetivamente tu crecimiento espiritual, que sepa sostenerte en tus caídas y celebre contigo tus éxitos. Alguien con el cual puedas combinar el poder de las mentes para ayudarse a resolver temas que solos no podrían solucionar, dijo el rey Shelomó: Es mejor dos que uno.[7] Los Sabios nos enseñan que no se trata de una fuerza combinada, sino que existe una fuerza sinérgica que permite a ambos lograr mucho más de lo que cada uno alcanzaría por sí solo; ¡si tu quieres caminar rápido, camina solo! Pero... ¡Si quieres caminar lejos, camina acompañado! Además, existe otro motivo por el cual es conveniente tener amigos, esto es porque la persona no siempre percibe sus falencias y desconoce sus propios errores, como dijo el más sabio de los hombres: Todas las conductas de las personas son correctas ante sus ojos,[8] también dijeron los Jajamim: la persona es capaz de ver de todos los defectos, excepto los suyos propios,[9] por lo tanto, si tienes alguien que te quiere cerca, evitará que tropieces: Un maestro ,un libro y un buen amigo pueden cambiar tu destino.

 

El Todopoderoso creó a cada ser humano y le encargó una misión con un propósito especifico. Él le aprovisiona de desafíos en forma de debilidades y limitaciones, y le provee de medios para superar esos desafíos para conseguir los objetivos. Parte de las herramientas que el Creador ha preparado para cada hombre, son todas las personas que se encuentran cerca de él, los amigos y los miembros de la familia que lo apoyan y lo entrenan para triunfar.

 

El Talmud considera tan necesario el tener amigos y compañeros de estudio que, uno de los Sabios dijo: Denme una Jabruta (compañero) o Mituta (la muerte).[10] La forma más adecuada para conseguir amigos es demostrándoles interés en cada uno de sus sentimientos, logros y adquisiciones; charla y discute con ellos sobre temas de su interés y respeta su forma de pensar (siempre y cuando no contradigan los estatutos de la Torá o de los Jajamim). ¿Por qué Yehoshu'a, fue elegido para ser el líder y conductor de la nación judía luego del fallecimiento de Moshé? Porque tenía la capacidad de demostrar interés en los demás. El Creador ordenó a Moshé: Toma a Yehoshu'a, un hombre con espíritu en él.[11] Rashí explica que esto significa que él podía ajustarse y relacionarse con el espíritu de cada persona, consideraba a cada hombre como un ser importante y valioso...

 

En esta máxima de Rabbí Yehoshu'a ben Perajiyá analizamos lo importante y esencial que es tener un maestro: estudia y aprende de él, prepárate y conviértete en un experto, si logras conseguirlo, comparte tus conocimientos con los demás y procura compartir tu experiencia y conocimientos con las personas que tengas cerca de ti… esta será la mejor forma de “ganar amigos”. Es muy importante tener buenos amigos, pero es mucho mejor el procurar serlo, quiere decir, hacer todo lo posible para que los demás nos consideren como su mejor opción. Ojalá que los consejos que estamos adquiriendo de estas Mishnayot nos sirvan de inspiración para ser mejores personas y fomentar el compañerismo ya que esto es un ingrediente esencial para acercarse al Creador.  ©Musarito semanal

 

 

 

“Un hermano puede no ser un amigo, pero un amigo será siempre un hermano”.

 

 

 

 

 

 

[1] Ver Sotá 47a y Sanhedrín 106b.

 

[2] Abot de Rabbí Natán.

 

[3] Mishlé 13:20.

 

[4] Rambam.

 

[5] Meiri, Mishlé 17:17.

 

[6] Yebamot 63a.

 

[7] Kohélet 4:9.

 

[8] Mishlé 21:2.

 

[9] Negaim 2:5.

 

[10] Ta'anit 23a.

 

[11] Bemidbar 27:18

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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