Perek 2, Mishná 4, continuación…

 

 

El solía decir: Cumple con Su voluntad como si fuera tú voluntad, para que Él haga tu voluntad como si fuera Su Voluntad. Anula tu voluntad frente a Su voluntad, para que Él anule la voluntad de otros ante tu voluntad. Hilel dice: No te apartes de la congregación, y no confíes en ti mismo hasta el día de tu muerte. Y no juzgues a tu prójimo hasta que tú mismo te encuentres en su situación. Y no digas palabras que no se pueden oír, pues finalmente serán oídas. Y no digas: “cuando me desocupe estudiaré”, porque quizás nunca te desocupes.

 

 

Cada uno de nosotros, aunque siendo todos a la imagen de D-os, es diferente, y por lo tanto único e irremplazable. Sin embargo, la primera vez que las palabras "no bueno" aparecen en la Torá es en la frase: no es bueno que el hombre esté solo.[1] Gran parte del judaísmo trata la forma y la estructura de estar juntos; valora la individualidad, pero no alienta el individualismo. Durante largos periodos de su vida, el ser humano está totalmente desamparado y es incapaz de sobrevivir solo. A lo largo de su infancia, en la enfermedad, en la ancianidad, el hombre depende de los demás. ¿Cómo sería el mundo actual si la civilización viviera cada uno por separado y en aislamiento? No existirían todos los adelantos en la medicina, las comunicaciones, el transporte y muchos otros bienes que se han conseguido gracias a la sociedad comunal entre los seres humanos. El servicio al Todopoderoso se cumple generalmente en unión, una de las razones es porque la condición para la creación y el mantenimiento del mundo fue la unificación, tal como enseñaron nuestros Sabios: La Torá, el Eterno e Israel son uno solo.[2] Cada uno está interconectado con los otros dos. Otra de las razones es porque las Mitzvot que se llevan a cabo en sociedad, conforman un honor al Rey mucho mayor.[3] Cuando rezamos, es preferente hacerlo en presencia de un Minián, la definición mínima de una congregación, la Tefilá colectiva (en conjunto de diez o más hombres), es mejormente escuchada y respondida, que una recitada individualmente.[4]

 

Cuando una congregación baila, generalmente lo hace en círculo. Querido lector, ¿nunca te preguntaste por qué? El secreto del círculo y su esencia es la unidad; porque el círculo no tiene lados ni vértices, sino que cada punto es igual al otro, y todos conservan la misma distancia con respecto al centro. El Omnipotente creó Su mundo en forma circular con la finalidad de recordar a los hombres que viven en él, que el secreto de su existencia y la base sobre la cual fue cimentado el universo, es la unidad y la concordia. Solamente cuando hay paz y hermandad entre sus habitantes, la creación puede seguir existiendo. Pero si las personas se alejan unas de las otras y se avergüenzan mutuamente, entonces Él se aleja de Su mundo y las personas se “devoran” unas a otras.[5]

 

Uno de los primeros y más grandes pecados de la humanidad está expresado en la respuesta que le dio Caín al Eterno, una vez que le preguntó acerca del paradero de su hermano, al cual recién había asesinado: “¿Acaso soy yo el custodio de mi hermano?”, respondió.[6] Por supuesto que el Todopoderoso sabía dónde se encontraba Hével, solo que quiso darle dos mensajes: primero, le estaba otorgando la oportunidad de arrepentirse. Segundo, lo reprochó por la responsabilidad que tenía sobre su hermano. La respuesta de Caín mostraba hostilidad, rudeza y malicia hacia su hermano, y esto era y será siempre intolerable ante los ojos del Eterno. Cuando la humanidad muestra una actitud fraternal y empática hacia el prójimo, se consigue una sociedad organizada, las labores se especializan y todos se benefician de las contribuciones de los demás.

 

Los exégetas interpretan esta parte de la Mishná de varias formas. Una de ellas dice así: Cuando una congregación se reúne en el Bet Haknéset para regocijarse con alguna alegría o para lamentar alguna tragedia que sufre alguno de sus miembros, no deberás apartarte de ellos. Uno puede decir: “Yo rezaré por la causa en la comodidad de mi casa, ¡el Creador escucha en dondequiera que yo esté!”. Este argumento es verdadero, definitivamente que Él te escuchará desde donde te encuentres, pero no es igual rezar dentro de una congregación, porque la Tefilá con Tzibur (en conjunto con un Minián) es mucho mejor recibida a la que realiza una persona singularmente:[7] La gloria del Rey está en la multitud de gente.[8] También encontramos: Y en cuanto a mí, que mi plegaria a Ti, sea en un momento de gracia,[9] ese momento es cuando el público se reúne para hacer Tefilá.[10] Está escrito en el Zohar: El rezo de una persona que reza sola, no se eleva ante el Sagrado Rey excepto con un gran esfuerzo de su parte, el Eterno examina ese rezo y revisa si esa persona tiene antecedentes que le permitan ser escuchada, pero la Tefilá en público, se eleva completamente ante Él y no se revisan los hechos de nadie. Cuando el Todopoderoso llega a una sinagoga y no hay diez hombres, de inmediato se molesta y dice: “¿Por qué he venido si no hay ningún hombre, he llamado, pero nadie me responde?”.[11] Si lo contrariamos de esta forma cuando no hay un Minián reunido allí; entonces, cuando sí encuentra a los diez hombres listos para comenzar la plegaria, Le causaremos mucho agrado, y esto tendrá como resultado la capacidad para transformar la disposición del Todopoderoso en buena Voluntad. Cabe mencionar que, todo lo mencionado anteriormente se refiere a unirse a las actividades y sentimientos de una comunidad que se mantenga al margen de los estatutos de la Torá y los Jajamim.

 

Otra explicación es que es mucho más meritorio, cuando el público se reúne para ayunar, o para recibir sobre todos algún cambio que despierte la Piedad Divina. Uno no debe argumentar: “A mí no me afecta dicha situación y por lo tanto, no es asunto que me concierna, pues mi familia y yo estamos bien. ¡Qué se ocupen los dirigentes comunitarios, para esto están!”. Este pensamiento es completamente erróneo, no te mantengas del “otro lado de la cerca”, pues el Hacedor decidió que formarás parte del Am Israel y por ende, los problemas comunitarios también son tus problemas. No lo ignores, pues nadie sabe cuánto durará la autosuficiencia, en alguna etapa de tu vida puedes requerir de la congregación y a la sinagoga que hoy ignoras…  ©Musarito semanal

 

 

 

“¿Cuál es la pérdida que no se puede reponer? Cuando las personas se juntaron para hacer una Mitzvá y uno de ellos no se les unió”.[12]

 

 

 

 

 

 

[1] Bereshit 2:18.

 

[2] Zohar. Tercera Parte, 73b.

 

[3] Mishlé 14:28.

 

[4] Zohar, tomo I, 234.

 

[5] Rabbí Yekutiel de Tzanz.

 

[6] Bereshit 4:9.

 

[7] Berajot 8a.

 

[8] Mishlé 14:28.

 

[9] Tehilim 69:14.

 

[10] Jomat Hanak.

 

[11] Yeshaayahu 50:2.

 

[12] Jaguigá 9b.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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