Perek 3, Mishná 15.

 

 

 

Todo está previsto, pero nos fue concedida la libertad de elección; el mundo es juzgado con benevolencia y todo será de acuerdo con la mayoría de los actos.

 

Esta es otra aportación de Rabí Akibá al tratado de Abot. A pesar de ser una Mishná bastante breve, contiene algunos de los principios teológicos más básicos del judaísmo: La Omnisciencia, quiere decir, el conocimiento absoluto del Creador incluso acerca de los pensamientos del hombre, contra la libre elección que le concedió. Esta Mishná es una de las declaraciones más paradójicas que existen en este tratado. Captura en solo cuatro frases una gran parte del espíritu del pensamiento judío. El Todopoderoso contempla y conoce los sucesos: todo está previsto, Él conoce el futuro, pero no como algo que va a suceder. Habiendo creado el tiempo, la dimensión de futuro, pasado y presente no tienen sentido para Él, ante Sus Ojos, todo acontece simultáneamente, (algo inconcebible ante nuestras limitadas mentes), pues vivimos en el tiempo, y el futuro todavía no ha ocurrido. Pero nos fue concedida la libertad de elección, a pesar de que Él conoce el final de la historia, no interviene en las decisiones del hombre, y lo deja actuar en el ejercicio de su libre pensamiento. El Rambám pregunta: Esto puede sonar contradictorio, si el Omnipresente conoce de antemano la elección del hombre, ¿Por qué recompensa y condena sus actos humanos? Si todo está predestinado, el hombre se convierte en una víctima del destino, y no debería ser responsable de sus acciones… entonces, ¿a qué se refiere el versículo que reza, He puesto delante de ti el día de hoy la vida y el bien, la muerte y el mal… y elegirás la vida, para que vivas tú y tu descendencia?[1] La Torá nos exhorta a elegir la vida, ¿cómo podemos elegir algo que está ya predestinado?

 

Esta es una gran pregunta que han debatido los Sabios durante generaciones, realmente no tiene una explicación lógica, sin embargo, el Rambam intenta resolver la cuestión,[2] el problema es que estamos planteando una pregunta basada en el razonamiento humano, nuestro conocimiento está basado en la capacidad que poseemos para identificar, observar y analizar lo que sucede, y en base a las experiencias vividas más la suma de todos los datos e información captadas se forma un criterio. Quiere decir, que el conocimiento del ser humano es algo que extrae del exterior a él. Pero el conocimiento del Eterno, es idéntico a Su esencia, la sabiduría y Él, son uno mismo, por supuesto que esta idea es inconcebible para nuestras limitadas mentes: Ningún hombre Me percibirá y vivirá.[3] Está más allá del potencial del hombre comprender y concebir el conocimiento del Creador. Esta fue la intención de la declaración del profeta: Pues mis pensamientos no son tus pensamientos, ni tus caminos Mis caminos.[4]

 

Sin embargo, aunque no tengamos el potencial para concebir cómo el Altísimo conoce todas las creaciones y sus acciones, en general, no conduce las decisiones de las personas, pues, a final de cuentas, el hombre posee libertad de elección, y esto lo hace responsable de sus actos. Sí, es verdad que todo depende de Él, y Él es quien dictamina quién se mantendrá sano y quien padecerá enfermedad, quien será rico y quién pobre, quién tendrá hijos y quién no, y esto es algo que no depende de la libre elección. Pero existe un área especial en la cual el Creador no decide, sino que le permite a la persona que ella misma defina su futuro, y esto es en lo que se refiere al temor Divino, sobre lo cual dijeron nuestros Sabios: Todo depende del Cielo menos el temor al Cielo.[5] Puede ser que la situación en la cual se encuentra la persona dependa del Todopoderoso, y que se la hayan puesto en su camino de acuerdo con sus propios actos, como está escrito: tus actos te acercan y tus actos te alejan.[6] Lo único en lo cual la persona tiene posibilidad de elegir, es si desea apegarse a su Creador y seguir el camino recto, o desviarse del camino de los pecadores. Veamos un ejemplo que nos muestra la Torá: El Eterno ordenó a Moshé; Ve con el Faraón porque Yo endurecí su corazón y el corazón de sus siervos para poner Mis señales éstas en él.[7]  Muchas veces está mencionado en la Torá que el Todopoderoso endureció el corazón de Paró, y la pregunta que surge es: ¿por qué fue castigado, si fue desposeído de su libre albedrío? Los Sabios responden por medio de una alegoría:

 

Había un judío que había sido citado a comparecer en un tribunal de gentiles. El acusado se apresuró a enviarle al juez un regalo grande e importante. Sin embargo, el magistrado lo mandó llamar y le preguntó, ¿Tú cumples la Torá?”, respondió afirmativamente. Le preguntó nuevamente, “¿Acaso no conoces que esa misma Torá te prohíbe dar soborno? El acusado le contestó al juez con una parábola: “Una persona tenía una balanza de dos platillos. Cierta vez, una persona entró al establecimiento y al llegar a la caja observó que en uno de los platillos había soldado un trozo de metal, preguntó al dueño del establecimiento, cuál era el motivo. El hombre le respondió: ‘Yo utilizo diariamente estos platillos, el uso continuo los va desgastando, para que yo pueda despachar a mis clientes cantidades exactas de los productos que vendo, necesito que la balanza esté bien nivelada. Al paso del tiempo, uno de los platillos se desgastó más que el otro y para nivelarlas me vi obligado a soldar un pedazo de metal para que quedaran parejas’. Su señoría, lo mismo sucede en este caso. Si el juicio fuera entre dos gentiles, o entre dos judíos no me hubiese atrevido a dar soborno, y así inclinar el juicio a mí favor, como lo prescribe la Torá. Pero en nuestro caso, en el que requiero enfrentar a un gentil, quien para mi pesar, cuenta con una ventaja, entonces opté por “soldar” mi platillo, o sea dar el soborno para nivelar la balanza de la justicia y así intenté obtener una igualdad de criterio ante el tribunal.

 

Lo mismo sucedió con Paró. Él experimentó las plagas que venían acompañadas de milagros. Por lo tanto, si el Todopoderoso no le endurecía el corazón no hubiese tenido libre albedrío. El endurecimiento era para ponerlo en una posición intermedia, quiere decir, de libre albedrío verdadero. Y todas sus decisiones fueron por su elección, por eso merecía el castigo. La concepción de que el hombre es movido por la suerte o por las circunstancias, o incluso por decreto Divino, es absolutamente falsa. Está diseñada para aquellos quienes viven atrapados bajo el dominio de sus propios deseos físicos, y buscan una justificación para escapar y arrojar de sí el yugo del Cielo. Existe otro grupo que sostiene que todo está en manos del hombre, y no existe la ayuda Divina, y al primer tropiezo se desmoraliza y “tira la toalla al suelo”.

 

Para vivir equilibradamente, es necesario tener fe en que todo está en nuestras propias manos, y que al mismo tiempo todo nos es enviado por el Santo, Bendito sea. Es posible que esto sea algo incomprensible para nosotros. Pero si vives aun a pesar de esta paradoja, nunca estarás lejos del Eterno y si llegas a caer, podrás levantarte y continuar luchando por perfeccionar tu proceder con todas tus fuerzas, como si todo dependiese sólo de ti. Pues está escrito: Él ha dado la tierra a los hijos de los hombres.[8] Ten siempre presente que el libre albedrío no es la libertad de hacer lo que uno quiera, sino el poder de hacer lo que se debe de hacer, incluso ante el impulso abrumador. Allí es donde reside la libertad y la responsabilidad del hombre. © Musarito semanal.    by Elias E. Askenazi

 

 

“La prueba de la inteligencia del hombre es su libertad de elección”.

 

 

 

 

 

 

 

[1] Debarim 30:15-19.

 

[2] Ver Hiljot Yesodé HaTorá 2:10 e Hiljot Teshubá 5.

 

[3] Shemot 33:20.

 

[4] Yeshayá 55:8.

 

[5] Berajot 33b.

 

[6] Eduyot 5-7.

 

[7] Shemot 10:1.

 

[8] Tehilim 115:16.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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