Perek 4, Mishná 18

 

 

Rabí Shimón Ben Elazar dice: “No trates de apaciguar a tu amigo durante su hora de ira, no lo consueles en la hora en que su difunto aún yace frente a él, no lo cuestiones en la hora que hace un voto, y no te esfuerces en verlo en la hora de su degradación”.

 

Rabí Shimón Ben Elazar fue un Taná residente de Éretz Israel. Fue discípulo de Rabí Meir,[1] cuyas enseñanzas se citan frecuentemente, tanto en la Halajá como en la Agadá; simplificó muchos asuntos Halájicos, introduciendo reglas generales a través de las cuales se puede determinar la Halajá.[2] También aclaró muchas disputas Halájicas de Sabios anteriores, explicando los puntos precisos de su desacuerdo y condensando los puntos en común entre ellos.[3] También jugó un papel importante en el establecimiento del estatus Halájico de los cuteos, éstos pertenecían a una tribu pagana que había traído Sanjerib a Éretz Israel durante la era del Primer Bet HaMikdash. Ellos engañaban a los judíos mientras continuaban a escondidas adorando ídolos, hasta que fueron atacados por leones, y por miedo se convirtieron al judaísmo.[4] Sin embargo, incluso después de convertirse, muchos de ellos continuaron sirviendo a los ídolos, lo que hizo que se cuestionara el estado de su conversión.

 

Rabí Meir, que consideraba válida su conversión, una vez envió a Rabí Shimón Ben Elazar a comprar vino en una de sus aldeas. A su llegada, Rabí Shimón fue recibido por un anciano quien le advirtió que no bebiera el vino de ellos, pues continuaban adorando a un ídolo oculto en la cima de una montaña. Cuando Rabí Shimón le contó a Rabí Meir lo que había escuchado, su mentor decretó prohibir el vino de ellos.[5] El propio Rabí Shimón debatió contra ellos, desafiándolos por sus interpretaciones erróneas de las Escrituras.[6]

 

Rabí Shimón Ben Elazar era muy versado en ciencia y medicina. Se ocupó de asuntos Halájicos relacionados con los signos de la pubertad,[7] la curación de cataratas,[8] la cauterización de una herida,[9] y otros asuntos que dependen de las ciencias naturales;[10] cuando se le preguntó cómo había adquirido su profundo conocimiento, él lo atribuía a la influencia de Rabí Meir. Sus principales colegas fueron: Rébi[11] y Rabí Natán.[12]

 

Entre sus notables enseñanzas figuran: Cuando el anciano diga destruye y el joven diga construye, hazle caso al anciano y no al joven, ya que la destrucción aconsejada por los mayores es constructiva, mientras que la construcción aconsejada por los jóvenes, (por su falta de experiencia), generalmente tiende a ser destructiva.[13] Dijo también: A tres se les aleja con la mano izquierda, mientras que deberás acercarlos con la derecha: Al Instinto, al niño y a la mujer.[14] Respecto al sustento dijo: ¿Alguna vez en tu vida has visto a una bestia o un pájaro que tuvieran un negocio? Hasta ahora no he encontrado a un león cargando cosas de otros, ni a un ciervo cosechando frutas, ni a un zorro despachando en una tienda, ni a un lobo vendiendo ollas. Sin embargo, todos se mantienen sin dolor, los animales y las bestias fueron creados para servirme, en tanto que yo fui creado para servir a mi Creador. Del mismo modo, ¿no debería yo, con toda justicia, poder mantenerme sin sufrir? Sin embargo, debido a que yo desvié mis acciones hacia la maldad, perdí el derecho a mi subsistencia de una forma sosegada.[15]

 

Dice Rabí Shimón Ben Elazar: No apacigües a tu compañero en la hora de su ira. Queriendo decir: Cuando una persona se encuentra en el momento culminante de su ira, cuando su enojo se encuentra al máximo, todo lo que digas, sólo agregará más combustible a las llamas que arden en su fuego interior. Procurar apaciguar y hacer entrar en razón a una persona que ha sido dominada por el enojo, es casi como moler agua, pues la ira lo llevará a perder la consciencia de sus actos, quedando ciego y preso de sus impulsos, sin poder controlar lo que hace o dice; ya lo dijeron nuestros Sabios en el Talmud: Así como es un deber meritorio para un hombre decir algo que será atendido, también es una Mitzvá para un hombre él no decir nada que no será atendido.[16] Lo más aconsejable será esperar hasta que pase el semblante de enojo, y dejar que él mismo recobre la calma.

 

Rabenu Jaim Vital escribió que la ira es producto del orgullo, y eso nos persigue a cada instante, durante el día, nos cargamos de frustraciones viendo que las cosas no son como quisiéramos, y entonces estalla nuestra furia. Todo parte del orgullo de pensar que tenemos la capacidad de decidir el rumbo de los acontecimientos, y si eso no se da, sentimos una profunda herida en nuestra soberbia y la reacción es generalmente el enojo. Si logramos impregnar en nuestro corazón un poco de humildad, comprendiendo que no somos dueños del destino, entonces la ira no hallará lugar en nuestro corazón.[17]

 

El Séfer HaJinuj,[18] explica que la persona debe entender que todo lo que le sucede, tanto lo bueno como lo que no lo aparenta ser, es producto de la Voluntad del Todopoderoso. Nadie puede hacerle nada a menos que Él así lo haya decretado. Por lo tanto, cuando alguien le causa enojo o pena, la persona debe recordar que esa angustia se debe a los pecados que ella misma cometió, tal como enseñaron nuestros Sabios: No es la serpiente la que mata, sino el pecado.[19] Entender esto debe ayudar a la persona a alejar de su corazón todos los pensamientos de enojo y venganza.

 

Cuentan sobre el Tzadik Rabí Rafael de Barshad, quien sentía un amor muy especial por la tierra de Israel, y por cualquier cosa que proviniese de allí. Cierto día, unos amigos le mandaron como regalo un paño de lana muy fino de Israel. Muy feliz decidió mandárselo a un sastre para que le hiciera un Talit Katán (ropa con cuatro puntas a la que luego se le ponen los Tzitzit). El confeccionista dobló la tela con la intención de hacer el agujero por donde pasaría la cabeza, pero no se dio cuenta que la tela estaba doblada dos veces, y en lugar de hacer un orificio, le hizo dos. Muy preocupado y angustiado, no sabía cómo decírselo al Rab. Se armó de valor, fue a su casa, y muy avergonzado le contó del error, entonces Rabí Rafael se paró abrió la tela, y al verla exclamó: “Lo hiciste muy bien”. Preguntó el sastre extrañado: “¿Acaso el Talit no debe llevar un solo agujero?” “Me será muy útil así”, respondió el Rab. “Un orificio servirá para que pueda meter la cabeza, y el otro servirá para que Rafael sepa controlar su enojo...[20]

 

Hilel el Anciano, trascendió a todas las demás personas de su época, porque no se ofendía de nada y no sentía siquiera sentimiento de enojo. Él no tomaba nada personalmente, no se enojaba, porque se daba cuenta de que las agresiones de las demás personas, provienen de su propio dolor y de su propia falta de conciencia. Si uno toma las acciones de otros personalmente, como si aquella falta de respeto le hiciera deficiente de alguna manera, o lo hiciera menos digno de respeto, o lo limitaría a lograr lo que desea en la vida, entonces seguramente se enojará con esa otra persona, y aquella ira, lo cegará para evaluar el curso de acción adecuado a seguir en su vida.[21] © Musarito semanal.    by Elias E. Askenazi

 

 

“El silencio durante el enojo, es como agua para el fuego”.[22]

 

 

 

 

 

 

[1] Shabat 134a, Eruvín 29a, Meguilá 18b

 

[2] Shabat 57b. Babá Kamá 94a.

 

[3] Sanedrín 31a, Julín 55b.

 

[4] Ver Melajim II, capítulo 17.

 

[5] Julín 6a.

 

[6] Yerushalmi Yebamot 1:6.

 

[7] Nidá 48b.

 

[8] Shabat 78a.

 

[9] Yebamot 120b.

 

[10] Shabat 151b, Julín 42b y 65a.

 

[11] Ketubot 51a, Gitín 27b.

 

[12] Shabat 77b, Gittin 27b.

 

[13] Meguilá 31b.

 

[14] Sotá 47 a.

 

[15] Kidushín 82a.

 

[16] Yebamot 65b.

 

[17] Ver Shaaré Kedushá 1.2.

 

[18] Precepto 241.

 

[19] Rosh Hashaná 29a.

 

[20] Extraído de Pájad David; Perashat Matot. Rab David Pinto

 

[21] Senda de los Justos, pág. 63.

 

[22] Pele Yoetz; Enojo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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