VAYIKRA - SHEMINI
“Y sucedió en el octavo día”. (9:1)
La Perashá que leeremos esta semana menciona el período de la inauguración la Santificación y del Mishkán. Durante siete días Aharón y sus hijos permanecieron a la entrada del Ohel Moed, mientras que Moshé erigía el Tabernáculo y acercaba las ofrendas, una vez que terminaba desensamblaba todo y así lo hizo hasta el primero de Nisán. Fue entonces que Aharón y sus hijos fueron investidos como Cohanim, Moshé se paró delante del Ohel Moed y le dijo a Aharón: Acércate al Altar y realiza el servicio de la ofrenda del pueblo y haz expiación por ellos, cayó un fuego del Cielo y devoró lo que había sido ofrecido sobre el Altar y fue a partir de entonces que la Presencia Divina residió en el Tabernáculo, demostrando de ésta forma la ardiente unión entre Hashem y el Pueblo de Israel.[i] Los hijos de Aharón, Nadav y Abihú, cada uno tomó su incensario y pusieron fuego en ellos y ofrecieron delante de Hashem un fuego extraño que Él no les había ordenado. Surgió un fuego de delante del Eterno y los consumió, y murieron delante del Eterno.[ii]
Tan pronto como Aharón se enteró de la muerte de sus dos hijos, comenzó a llorar, Moshé buscaba consolarlo y le dijo: “Cuando Hashem me ordenó que acercara las ofrendas durante los primeros días de la inauguración, yo albergaba la esperanza de que se me permitiera oficiar por siempre, pero fue hasta que tú acercaste los sacrificios, bajó del Cielo una columna de fuego y consumió la ofrenda, este hecho demostró que tú servicio fue más aceptable que el mío. Sin embargo al ver que Hashem eligió a tus hijos como Holocausto, se demostró que la grandeza de tus hijos sobrepasó la nuestra”. Como dice el versículo: Yo seré santificado a través de Mis allegados y en presencia de todo el pueblo seré glorificado,[iii] Cuando Aharón escuchó este argumento dejó de llorar y se quedó en silencio, mostrando que aceptaba con sinceridad la decisión de Hashem.[iv]
Preguntan los Jajamim: ¿Acaso Aharón no conocía la grandeza de sus hijos? ¿Necesitaba que Moshé se lo dijera para así consolarse?
Encontramos un versículo que dice: Nadav y Abihú murieron delante de Hashem cuando ofrecieron fuego extraño delante del Eterno en el desierto del Sinaí, sin tener hijos,[v] Preguntan los Jajamim en el Talmud:[vi] De las palabras del versículo se entiende que si hubieran tenido hijos no hubieran muerto. El Midrash explica que el pecado que ellos cometieron fue que no se habían casado. ¿Por qué explica el Midrash que el motivo fue que estaban solteros, acaso no podrían haber estado casados sin tener todavía hijos? ¿Cómo se explica el Midrash?
Responden los Jajamim en el Midrash,[vii] que los hijos de Aharón tenían el privilegio de pertenecer a un linaje que no era común. Ellos eran hijos del Cohén Gadol, sobrinos del gran dirigente de la nación y dueños de grandes logros espirituales. Pensaron que dentro del pueblo no había mujeres que fueran dignas para ellos y que era prudente esperar a que nacieran mujeres de la familia de sus hermanos Elazar e Itamar para casarse con ellas, y así conservar para siempre su noble ascendencia, no obstante Hashem los culpó por su actitud, tal y como lo declara el Salmista: El fuego devoró a sus jóvenes, debido a que, sus doncellas no fueron desposadas.[viii] Y fue por esto que Aharón encontró consuelo en las palabras de Moshé, sería indebido pensar que Aharón dudara de la elevada posición espiritual en la que se encontraban sus hijos, pero podría ser que temía que su perspectiva no fuera acorde a la de Hashem. ¿Cuál es la forma de saberlo?
Cierta vez el Rab Yaacob Galinsky fue encomendado por Rab Shaj para hacer una consulta a Rabí Yitzjak Meir de Gur. Una vez que completó su tarea, aprovechó la entrevista para preguntarle, a solicitud de sus vecinos, las referencias morales sobre sobre un joven perteneciente a una de las familias de Gur. El Rebe lo miro a los ojos y le respondió: “¿Y por qué crees que yo he de conocer a esa familia?” “Bueno”, respondió Rab Yaacob, usted es quien dirige a toda esta gran comunidad, entonces yo pensé que usted podría saber el nivel de temor al Cielo que posee ese joven”. El rostro del Rebe palideció y le dijo: “¿Acaso crees que soy el Creador o su esposa para saber eso? El Talmud enumera siete cosas que están escondidas para las personas, una de ellas es que el hombre no sabe lo que se encuentra oculto en el corazón de su compañero,[ix] ¿quieres que yo te lo diga?[x]
Hashem conoce el interior del corazón del hombre, conoce sus pensamientos ocultos, y le paga a cada uno de acuerdo a sus acciones.[xi] En segundo lugar y guardando las distancias está la esposa del individuo. Ella fue dotada con Biná Yeterá; significa que posee una dosis extra de facultad perceptiva.[xii] Mientras que el hombre usa el razonamiento lógico, la mujer lo hace con el sentimiento, gracias a esto, suele desenmascarar la identidad oculta de ciertas personas, y con mayor medida con su marido, conoce a detalle sus fortalezas y vulnerabilidades de su marido, frente a ella es como un libro abierto, conoce la verdad sobre sus pensamientos, incluso cuando quisiera engañar al resto del mundo.
La Torá denomina a la esposa como: Ézer Kenegdó, que significa literalmente una ayuda contraria a él.[xiii] Esto parecería una expresión contradictoria. ¿Cómo puede alguien que se supone ayuda a su marido, oponérsele al mismo tiempo? Explican los Jajamim esto de la siguiente manera: Un hombre es, a menudo, un juez pobre de su propio carácter. Cuando trata de juzgarse a sí mismo, no es objetivo y a veces deja de notar sus propias faltas. Su esposa, sin embargo, puede ser un buen reflejo de sus verdaderas facetas. Ella lo conoce lo suficiente como para verlo tal cual es en realidad. Si cumple correctamente las Mitzvot. Si es útil a sus semejantes, entonces es tarea de la mujer ayudarlo y alentarlo en su beneficioso trabajo. Por otra parte, si él abusa de los demás, y no respeta la Torá, ella debe oponérsele y mostrarle sus errores para ayudarlo a mejorar. En este sentido, ella es tanto una "ayudante" como una "opositora", según el caso. Como fuere, su importante papel en la vida judía nunca podrá ser valorado en toda su magnitud.[xiv]
Por esto es que el Midrash explicó que el motivo por el que Nadav y Abihú fueron castigados no fue porque no tenían hijos, sino porque no estaban casados, y es precisamente el motivo de que Aharón se consoló al escuchar de Moshé que sus hijos tenían un lugar muy especial en el Cielo, si hubiesen tenido esposas, esta información hubiera sido tan evidente y clara para su padre que no hubiera sido necesario el consuelo de Moshé, no hubiera manifestado sufrimiento, ni siquiera al momento del suceso…
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“Generalmente el servicio Divino del hombre depende de la mujer; si es meritorio, ella es su ayuda; si no lo es, estará en su contra”.[xv]
[i] Bemidbar Rabá 12:9
[ii] Vayikrá 10:1-2
[iii] Vayikrá 10:4
[iv] Rashí explicó que la recompensa que recibió Aharón por su silencio fue que a partir de entonces Hashem se dirigía directamente a él y no por medio de Moshé como lo hacia antes.
[v] Bemidbar 3:4
[vi] Yebamot 64a
[vii] Midrash Bemidbar Rabá 20:10
[viii] Tehilim 78:63
[ix] Pesajim 54b
[x] Beigadtá, Perashat Sheminí; Rab Yaacob Galinski
[xi] Rabenu Yoná; Shaaré Teshuvá 3:70
[xii] Nidá 45b
[xiii] Bereshit 11:18
[xiv] Lilmod ULelamed, pág. 191, Rab Mordejai Katz
[xv] Yebamot 63a
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