El cantar de los cantares
1.10 “Návu Lejáyaij Bátorim Tzavaréj Vájaruzim”.
“A la majestuosa figura de la yegua del carruaje del faraón, te he comparado, oh mi compañera.”
En Breve:
Continúa el Creador alabando a Su amada Israel y declara: Son tan bellas tus mejillas que ensalzan cualquier tipo de joya. La alegoría es que la nación judía es digna de recibir toda clase de bendiciones;[1] y la más grande y valiosa de todas, es el haber recibido la sagrada Torá junto con todas sus hermosas interpretaciones.
Profundizando:
El rey Shelomó utilizó en varios de los versículos del Shir HaShirim elementos humanos para expresar el amor que existe entre el Creador y el pueblo de Israel, esto con el propósito de que pudiera ser entendido por las personas, sin embargo, debemos saber que en el lenguaje Celestial el sentimiento de afecto y pasión que tiene el Creador hacia las criaturas va mucho más allá de lo que la razón humana pudiera ser capaz de comprender.
Cuando queremos ensalzar la belleza de alguien, elogiamos por ejemplo la belleza de sus ojos, de sus labios, la barbilla, el cabello o cualquier otro rasgo de la cara. ¿Por qué el autor utilizó las mejillas y el cuello? ¿Acaso son los rasgos más significativos de la personalidad? Es gracias a las articulaciones que se ocultan detrás de nuestras mejillas las que nos dan la posibilidad del habla, si no funcionarían correctamente, la comunicación con las demás personas sería escaza e incompleta ... Cuando uno articula palabras, está moviendo la quijada y a su vez los pómulos (mejillas), estos simbolizan a las dos Torot: la escrita y la oral.[2]
El cuello es utilizado por las mujeres para lucir sus joyas, así también, aquél que utiliza su cuello (garganta), para expresar palabras de Torá, adorna su cuello con collares de joyas, embellece a la Torá y también a sí mismo.[3]
Enseñanza ética:
El lenguaje en su forma escrita y oral es la herramienta básica para transmitir un conocimiento. Por dicha razón nos es imposible entender el judaísmo sin el discernimiento del real significado de los conceptos y códigos ordenados en nuestra Torá. La Sabiduría de Israel está compuesta por la tradición escrita (Torá Shebijtab) que es el rollo de escritura de la Torá el cual se guarda y se lee en la sinagoga y que ha sido escrupulosamente copiado de generación en generación desde la primera Torá que fue recibida y escrita por Moshé Rabenu. La segunda parte de la Torá es igualmente importante, aún cuando no es tan conocida como la anterior y es lo que se denomina la Torá Oral o no escrita, (o Torá SheBe‘al Pé), la cual finalmente también fue escrita en la época del Segundo Templo a través de los miembros de la Gran Asamblea. Quienes sentaron las bases para la transmisión de la Ley Oral.[4] Así lo declara la primera Mishná del Tratado de los Principios Éticos: Moshé recibió la Torá en Sinaí y se la transmitió a Yehoshúa‘; Yehoshúa‘ a los ancianos; los ancianos a los profetas y los profetas se la transmitieron a los miembros de la Gran Asamblea… (en hebreo: Anshé Kenéset HaGuedolá).[5]
Pongo hoy por testigos ante ustedes a los cielos y a la tierra.[6] Explican nuestros Sabios que el cielo se refiere a la Torá Escrita y la tierra es la Torá Oral.[7] Es decir, la Torá proviene del Cielo, el resto de las creaciones (que igual emanan de la Torá) pertenecen a la tierra. Los hijos de Israel se encuentran en la tierra y pertenecen a ella, pero es a través de sus acciones que pueden elevarla y enlazarla con la parte Celestial. La conexión de la tierra y cielo es el significado de la Entrega de la Torá en Sinai.[8] Si bien el Santo, Bendito Sea, decretó que: Los cielos son cielos del Señor, mas la tierra Él ha dado a los hombres,[9] cuando deseó entregar la Torá, derogó este decreto y permitió que los mundos inferiores pudieran ascender a los superiores y viceversa, Él sería el primero en tomar la iniciativa, como está dicho: Y el Eterno descendió sobre el monte de Sinai,[10] y luego está escrito: Y a Moshé dijo: Asciende al Eterno.[11] Otro versículo dicta: Oigan, oh cielos, y hablaré; y que la Tierra escuche las expresiones de mi boca.[12] El cielo y la Tierra fueron elegidos como testigos porque existen eternamente y ellos mismos dan testimonio de que la conexión de la tierra con el cielo siempre es posible, [13] al unir la Torá Escrita (que proviene del Cielo) con la Torá Oral (que se decodificó en la Tierra), mantenemos vivo el enlace y la alianza que el Todopoderoso pactó con Israel.
Bellas son tus mejillas entre tus trenzas, tu cuello, entre los collares de joyas. Toda persona que es cautelosa en pronunciar sólo palabras que coincidan con la Voluntad del Creador, será dueño de ellas.[14] Por esa razón la Torá Oral se la llama Torá SheBe‘al Pé (Torá del dueño de la boca) y no Torá SheBaPé (lit. Torá Oral) ya que los conocimientos profundos de nuestra sagrada Torá son exclusivos para quienes son dueños de sus bocas.[15]
La traducción literal de la Torá sin los comentarios de nuestros Sabios, equivaldría a un cuerpo sin alma, podemos leer un texto con la misma estructura, las mismas palabras, pero si le falta la esencia, (la legítima exégesis, la interpretación de los Jajamim plasmada en el Talmud), resultaría nefasta, podemos constarlo con lo que sucedió a los Tzedokim (saduceos), una secta que se formó en la época del exilio babilónico, rechazaban la Ley Oral, basaban la jurisdicción nacional únicamente sobre la Torá Escrita, es decir, en los cinco libros de Moshé. Rechazaban y se burlaban de las interpretaciones de nuestros Sabios, quienes se mantenían fieles a la Ley. Con la intención de menospreciar sus exégesis los apodaban: perushím (fariseos), es decir “separados”. Los Tzedokim colaboraban y se sometían al poder extranjero, ya fueran griegos o romanos, bajo el subterfugio de evitar el antisemitismo, mas el oscuro propósito y la verdadera intención que ocultaban era la de liberarse del yugo de los preceptos, las ordenanzas y los decretos de nuestros Sabios, terminaron desapareciendo de la historia de Israel y se asimilaron entre las demás naciones...
La tradición nos muestra que la Torá debe ser estudiada y decodificada por medio de eruditos en la materia, mismos que debieron recibir la instrucción y el reconocimiento de quienes les precedieron. La cadena de transmisión de nuestra herencia es inescindible, cada uno de nosotros debe procurar transferirla impecablemente a la generación siguiente: Bellas son tus mejillas entre tus trenzas, ¡Qué bueno es cuando el pueblo de Israel usa sus cachetes para estudiar las dos Torot (la Ley escrita y la oral)! La próxima vez que pronuncies las sagradas palabras que emanan de ellas, piensa que estás adornando tu cuello, entre los collares de joyas…©Musarito semanal
“Hijos son ustedes para [ante] el Eterno.16 El pecado más grande que existe es que el Yehudí olvide que es hijo del Rey”.17
[1] Metzudat David
[2] Shir Hashirim Rabá 1:10.
[3] Shir Hashirim Rabá 1:7 ver también Mishlé 3:3
[4] Talmud Yerushalmi; Shekalim, comienzo del capítulo 5, halajá 1
[5] Pirké Avot 1:1
[6] הַעִדֹתִי בָכֶם הַיּוֹם אֶת־הַשָּׁמַיִם וְאֶת־הָאָרֶץ Pongo hoy por testigos ante ustedes al cielo y a la tierra; Debarim 30:19
[7] Shelá HaKadosh Shavuot Torá Or 174
[8] Midrash Shemot Rabá 12:3
[9] הַשָּׁמַיִם שָׁמַיִם לַיהֹוָה וְהָאָרֶץ נָתַן לִבְנֵי־אָדָם Los cielos son cielos del Señor, más la tierra El ha dado a los hombres; Tehilim 115:16
[10] וַיֵּרֶד יְהוָֹה עַל־הַר סִינַי Y el Eterno descendió sobre la montaña del Sinai; Shemot 19:20
[11] וְאֶל־מֹשֶׁה אָמַר עֲלֵה אֶל־יְהֹוָה Y a Moshé dijo: “Asciende el Eterno”; Shemot 24:1
[12] הַאֲזִינוּ הַשָּׁמַיִם וַאֲדַבֵּרָה וְתִשְׁמַע הָאָרֶץ אִמְרֵי־פִי Oigan, oh cielos, y hablaré; y que la Tierra escuche las expresiones de mi boca; Debarim 32:1
[13] Ver Rashí en Debarim 30:19
[14] Sefer Hajasidim; Rabí Yehudá Hajasid
[15] Rabí Moshe Yejiel Haleví Epshtein; Admúr de Ozrov
[16] Debarim 14:1
[17] Rab Shelomó de Karlín _