El cantar de los cantares

2.6 Semoló Tájat Leroshí Viminó Tejabequéni”.

 

 

“Su Izquierda debajo de mi cabeza, y Su Diestra me abraza”.

 

En Breve:

 

Continúa la congregación de Israel manifestando Israel el sentimiento de tristeza producido por el recuerdo del pasado cuando estuvo tan cerca de su Amado; expresa haberse sentido entonces tan protegida, como si hubiese estado abrazada por Él.[1]

 

Profundizando:

 

Para explicar este versículo, vamos a remontarnos a la época del éxodo por el desierto tras la salida de Egipto. El Todopoderoso brindó Su protección a la congregación de Israel durante toda la travesía. Después de los milagros y maravillas que hizo en Egipto, la nación avanzaba hacia el lugar donde les sería entregada la sagrada Torá para después conducirla hacia la Tierra Prometida: Su Izquierda debajo de mi cabeza, ּy con Su Diestra me abraza, es la expresión de amor que se encuentra reflejada en el siguiente versículo, la cual describe como era el desplazamiento de Israel por el desierto: Y el Arca viajaba delante de ellos a una distancia de tres días a fin de explorar para ellos un sitio de descanso.[2] En cada lugar donde la nación de Israel acampaba, el Creador les proveía, además de otras necesidades, las codornices y el Maná.[3] La memoria de estas extraordinarias vivencias llevan a la congregación de Israel a un éxtasis, porque inmortaliza el amor y la ternura con las que Él los protegió. Estas experiencias nos muestran la cercanía del Creador con aquella generación… pero también despiertan en ella la agonía, porque siente profundo anhelo hacia Su Presencia faltante, ahora, durante el largo exilio que sufre.

 

El Targum parafrasea: Cuando el pueblo de Israel estaba peregrinando por el desierto de Sinaí, el Todopoderoso quiso demostrarles Su amor y los protegió con 'Anané Cabod (Nubes de Gloria) Y la Nube del Eterno estaba sobre ellos de día, cuando viajaban del campamento.[4] Su Izquierda debajo de mi cabeza, se refiere a aquellas Nubes que les brindaron una sombra protectora y placentera. En el relato de los viajes, la palabra 'Anán (Nube) aparece escrita siete veces. Esto alude a las cuatro nubes que protegían al 'Am Israel por los cuatro puntos cardinales, además, de la nube que se cernía por encima de sus cabezas de modo que ni el calor ni el sol, ni la lluvia o el granizo les afectaba. Había otra más debajo de sus pies levantándolos como lo hace con amor y cariño una madre cuando lleva a su bebé en su regazo, a esto se refiere esta metáfora. Además de las seis mencionadas, había ּotra, la cual viajaba delante de ellos, para allanar los terrenos elevados y elevar las partes bajas, así como para matar a todas las alimañas que habitan en los desiertos.[5] La finalidad de estas nubes era buscar un lugar adecuado para que los hijos de Israel estuvieran tranquilos y se ocuparan en el estudio y el cumplimiento de las Mitzvot de la Torá la cual fue entregada con Su Diestra.

 

 

Enseñanza ética:

 

Cuando Israel cumple con la Voluntad del Creador, no le falta nada… Aunque hoy no tenemos aquellas nubes protectoras, conservamos la protección del Creador: La Torá protege y salva, “Yo soy una muralla”, esta es la Torá.[6]

 

Un grupo de comerciantes estaba viajando en un barco. Un estudiante de la Torá estaba también a bordo. En la travesía, los mercaderes intercambiaban opiniones, otros cerraban negocios. En una esquina había un pasajero que desde que zarpó el barco no había despegado la vista de un libro que llevaba con él. Uno de los comerciantes miró a su par y mientras señalaba al estudiante, le inquirió: “Y tú, ¿Qué tipo de bienes subiste a la embarcación?" él replicó: "No se los puedo mostrar" y regresó tranquilo a su lectura. Ante semejante respuesta, las risas y las mofas no se hicieron esperar. Durante todo el viaje se divirtieron entre sí burlándose del Talmid Jajam (estudioso de la Torá), de quien decían: seguramente le da vergüenza exhibir sus productos, qué, frente a nuestra valiosa mercancía.

 

Cuando el barco finalmente alcanzó su destino, grande fue la sorpresa de todos los pasajeros, las autoridades del puerto confiscaron todos los bienes a bordo. Cada uno de los pasajeros se vio obligado a entregar sus pertenencias antes de obtener la visa de entrada al país, todos quedaron en pocos minutos en la miseria. Los desamparados judíos inquirieron sobre la ubicación de alguna comunidad hermana que pudiera auxiliarlos, después de varias dificultades consiguieron llegar a un Bet HaMidrash. Al entrar, encontraron a un grupo de hombres estudiando. Estaban debatiendo un difícil pasaje de la Guemará (Talmud), formulando varias preguntas. Cuando el estudiante de Torá llegó al lugar, se unió al grupo. Escuchó y respondió todas las preguntas, y su gran conocimiento fue reconocido por la comunidad. Fue honrado, provisto de comida y bebida, y le solicitaron que se quedara con ellos para que fungiera como su rabino, a cambio de ello, se ocuparían de todas sus necesidades. Los comerciantes que lo acompañaban se quedaron boquiabiertos, entendieron entonces qué tan valiosa era la mercadería de aquel pasajero, habían comprendido al fin que, en verdad, la Torá es lo más valioso que un Yehudí puede obtener en este mundo… Entonces empujaron unos a los otros para acercarse al Rab y suplicarle que pida que también a ellos les provean comida y asilo…

 

Para tener el mérito de habitar eternamente en el Mundo Venidero hay que trabajar arduamente para conseguir estudiar y comprender para poder cumplir con lo que dice en la sagrada Torá. Su Izquierda debajo de mi cabeza, ּy con Su Diestra me abraza, aquellas Nubes de Gloria que nos acompañaron por la travesía del desierto nos recuerdan que nuestra estadía en este mundo es temporaria y pasajera, tal como la persona que construye chozas al costado del camino para descansar y protegerse antes de seguir adelante. Si esa persona decide quedarse a vivir en la choza que construyó en el camino, nunca llegará a destino y nunca estará realmente protegida de los peligros del lugar. La “mercadería” por la que nos afanamos tanto en conseguir para subirnos al “barco” llamado vida, es solamente una herramienta para poder llegar al destino eterno de cada uno.

 

Quien estudia Torá puede estar seguro de que el Creador se encuentra junto a él. La Torá defiende y salva.[7] Cuando el pueblo de Israel acepta el yugo de la Torá y las Mitzvot: y será en consecuencia de que escuchen estas leyes, y las cuiden y hagan.[8] También encontramos escrito: si cuidaren toda esta Ley, que Yo les ordeno a ustedes hacer, amar al Eterno, ir por sus caminos y apegarse a Él. Y les entregará a todos estos pueblos ante ustedes, y vencerán a pueblos más grandes y fuertes que ustedes. Todo lugar que pisen vuestros pies será suyo; desde el desierto y el Líbano, desde el río Éufrates y hasta el mar del extremo, será vuestro límite. No se alzará hombre alguno ante ustedes; el temor y miedo a ustedes pondrá el Eterno sobre toda tierra que atraviesen, según les ha dicho.[9]

 

Querido lector, ¿Cuántas horas dedicas al día al estudio y cumplimento de las Mitzvot? ¿Son diarias y constantes? Sí, entiendo que el esfuerzo de dejar a la familia, el comercio o la profesión para ir a estudiar es grande. Pero tienes que saber que es la mejor inversión que puedes hacer en la vida. Los problemas económicos, las preocupaciones familiares, todo se resuelve cuando consagras tu tiempo para entender y cumplir con la verdad del Creador. Seguramente en ocasiones le has pedido el sustento y otras necesidades y en ocasiones sientes que no te responde con quisieras, es importante saber que sólo Él conoce si eso que solicitas te conviene o no.  Pero si tú pides que te ayude a estudiar mejor, a entender mejor, a cumplir mejor, a educar mejor a tu familia, a poder ayudar a más gente, eso seguro que te será otorgado. Si estos son los objetivos de tu vida, lo verás perpetrado en menos de lo que imaginas y en el camino verás solamente protección y bendición…©Musarito semanal

 

 

 

“Una Mitzvá es similar a una vela, pero el estudio de la Torá es como una luz. La Torá protege [al hombre], tanto cuando está estudiando como cuando de hecho no lo está haciendo.[10]

 

 

 

 

 

 

[1] Metzudat David

 

[2] וַאֲרוֹן בְּרִית־יְהֹוָה נֹסֵעַ לִפְנֵיהֶם דֶּרֶךְ שְׁלשֶׁת יָמִים לָתוּר לָהֶם מְנוּחָה Y el Arca viajaba delante de ellos a una distancia de tres días a fin de explorar para ellos un sitio de descanso; Bemidbar 10:33. Ra”shí explica que esta era el Arca que salía junto con ellos a la guerra y en la cual estaban colocadas los pedazos de las primeras tablas que Moshé había quebrado.

 

[3] Ra”shí.

 

[4] וַעֲנַן יְהוָֹה עֲלֵיהֶם יוֹמָם בְּנָסְעָם מִן־הַמַּחֲנֶה Y la nube del Eterno estaba encima de ellos de día cuando viajaban del campamento; Bemidbar 10:34.

 

[5] Ver comentario de Ra”shí sobre el versículo 10:34 de Bemidbar.

 

[6] Babá Batrá 7b.

 

[7] Sotá 21a.

 

[8] וְהָיָה ׀ עֵקֶב תִּשְׁמְעוּן אֵת הַמִּשְׁפָּטִים הָאֵלֶּה וּשְׁמַרְתֶּם וַעֲשִׂיתֶם אֹתָם  y será en consecuencia de que escuchen estas leyes, y las cuiden y hagan; Debarim 7:12.

 

[9] כִּי אִם־שָׁמֹר תִּשְׁמְרוּן אֶת־כָּל־הַמִּצְוָה הַזֹּאת אֲשֶׁר אָנֹכִי מְצַוֶּה אֶתְכֶם לַעֲשׂתָהּ לְאַהֲבָה אֶת־יְהוָֹה אֱלֹהֵיכֶם לָלֶכֶת בְּכָל־דְּרָכָיו וּלְדָבְקָה־בוֹ Si cuidaren toda esta Ley, que Yo les ordeno a ustedes hacer, amar al Eterno, ir por sus caminos y apegarse a Él.   וְהוֹרִישׁ יְהוָֹה אֶת־כָּל־הַגּוֹיִם הָאֵלֶּה מִלִּפְנֵיכֶם וִירִשְׁתֶּם גּוֹיִם גְּדֹלִים וַעֲצֻמִים מִכֶּם Y les entregará a todos estos pueblos ante ustedes, y vencerán a pueblos más grandes y fuertes que ustedes. כָּל־הַמָּקוֹם אֲשֶׁר תִּדְרֹךְ כַּף־רַגְלְכֶם בּוֹ לָכֶם יִהְיֶה מִן־הַמִּדְבָּר וְהַלְּבָנוֹן מִן־הַנָּהָר נְהַר־פְּרָת וְעַד הַיָּם הָאַחֲרוֹן יִהְיֶה גְּבֻלְכֶם: כה לֹא־יִתְיַצֵּב אִישׁ בִּפְנֵיכֶם פַּחְדְּכֶם וּמוֹרַאֲכֶם יִתֵּן ׀ יְהֹוָה אֱלֹהֵיכֶם עַל־פְּנֵי כָל־הָאָרֶץ אֲשֶׁר תִּדְרְכוּ־בָהּ כַּאֲשֶׁר דִּבֶּר לָכֶםY les entregará a todos estos pueblos ante ustedes, y vencerán a pueblos más grandes y fuertes que ustedes. Todo lugar que pisen vuestros pies será suyo; desde el desierto y el Líbano, desde el río Éufrates y hasta el mar del extremo, será vuestro límite. No se alzará hombre alguno ante ustedes; el temor y miedo a ustedes pondrá el Eterno sobre toda tierra que atraviesen, según les ha dicho; Ídem 11:22-25.

 

[10] Sotá 21a

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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