Perashat jayé Sará

 

no seas víctima de tus propios intereses

 

 

“Te haré jurar por Hashem que no tomarás una mujer para mi hijo de las mujeres de Kenaán. 24:3

 

 

Abraham fue bendecido con todo lo que puede ambicionar un hombre: riqueza, honores, larga vida e hijos. La Tora menciona que todo lo recibió en forma completa, sin que nada le falte… Estaba entrado en años, el momento de asegurar la continuación de su linaje había llegado. Llama a su fiel sirviente Eliezer y le encomienda, buscar una novia para Yitzjak su hijo; tenía que ser una mujer muy especial pues ella sería la futura madre de Israel. Entonces le exige jurar que no tomará a ninguna mujer de Kenáan, ni tampoco de las siete naciones que moraban en esa tierra, ni siquiera de las hijas justas de Aner, Eshkol o Mambré. Tendría que ir a Jarán y buscar entre sus familiares a la futura esposa de Yitzjak.[1]

 

Cuando Eliezer escuchó estas palabras, un fuerte pensamiento de anhelo penetró en su mente. Él tenía una hija. ¿Por qué no casarla con Yitzjak…?[2]

 

El deseo de emparentar con Abraham no era algo a lo que Eliezer no pudiera aspirar. Veamos quién era: Nació en medio de la realeza, era hijo de Nimrod, el rey que dominaba en ese tiempo a todo el mundo; él incitó a sus ciudadanos a  revelarse en contra de Hashem y para tal fin construyó la Torre de Babel, fue él mismo quien arrojó a Abraham en el horno ardiente de Ur Kasdim por ir en contra de su doctrina. Eliezer también se reveló contra su padre, desistiendo de la corona, manifestando así una humildad suprema. Fue entregado a Abraham como sirviente y a partir de entonces lo asistió durante noventa años.[3]

 

Era el apoderado de todos los bienes de Abraham.[4] Participó con él en la guerra contra cuatro reyes implacables y lo acompañó a la Akedá de Yizjak. Abraham lo había elegido, encontrándolo apto, tanto en su formación intelectual y capacidad, como así también en sus modales para recibir sus enseñanzas y transmitirlas a otros.[5] Y dijo Abraham a su sirviente, el más anciano de su casa,[6] – los Jajamim explican que se refiere a que el aspecto de Eliezer era similar al de él.[7] El que administraba todo lo que tenía – explican que gobernaba sobre su instinto al igual que Abraham.[8] Su semblante irradiaba Torá.[9] Era honesto, sincero y temeroso de Hashem. Está escrito que, debido a su grandeza fue de los contados seres humanos que gozaron del privilegio de la vida física eterna.

 

Con semejante trayectoria curricular Eliezer deseaba proponer a Abraham unir a sus hijos en matrimonio. Abraham se opuso rotundamente, afirmando la imposibilidad de unión entre alguien bendito con alguien maldito. Él era descendiente de “Jam”, quién fue maldecido por Noaj por haberlo mancillado.[10] A Eliezer le costaba trabajo comprender cómo siendo él su alumno, podía ser considerado maldito; y en cambio Betuel y Labán, hombres malvados e idólatras, tuvieran ventaja sobre él.

 

En el subconsciente de Eliezer se libraba una tremenda lucha interior contra sus intereses personales. Por un lado tenía la responsabilidad que le confería su amo, por el otro lado su corazón le dictaba lo contario: “¿Para qué ir a Jarán? ¡Mejor pareja que mi hija no voy a encontrar allí!”. Debía salir a cumplir con el mandato lidiando con toda su fuerza contra su auto justificación… Entonces diseñó una estrategia para tener éxito en su misión. Su plan incluía hacer Tefilá, llevar joyas y regalos para entregarlos en el mismo momento en que intuya que ella podría ser la mujer buscada. ¿Para qué hizo todos estos preparativos?

 

Porque aún una persona de su talla moral, debe temer de ser víctima de sus propios intereses…. ¡Cuánto nos tenemos que cuidar de esto…! El ser humano es el mejor "abogado defensor de sí mismo", para poder neutralizar estos pensamientos, es necesario que nuestros criterios de bien y mal estén guiados por parámetros espirituales y éticos de carácter neutral y objetivos con la realidad; siendo justamente éste, uno de los motivos principales por el cual Hashem nos entregó a su Sagrada Torá, de modo tal que ello pueda ayudarnos a evitar caer en el trágico desacierto del soborno propio y de la auto justificación...

 

 Una gran cantidad de personas tienen la dificultad que a pesar de estar actuando mal, instintivamente tratan de engañarse a sí mismos, sintiendo que aquello que hacen no sólo no está mal, incluso tratan de disfrazar las malas acciones mostrándolas como buenas obras….: Un transeúnte circulaba tranquilamente por una acera, algo llamó su atención, observó que la gente que caminaba delante de él, tapaban sus narices, miraban desdeñosamente hacia un camión que se encontraba estacionado frente a un edificio. Recién se acercó al lugar comenzó a sentir un terrible y desagradable olor, y cuanto más se acercaba más insoportable se hacía. Cuando llegó al lugar encontró que encima del camión se encontraba un trabajador, recostado plácidamente encima de toda la basura que había recolectado durante el día, comía alegremente un sándwich dentro de ese ambiente inmundo….

 

Así pasa con aquellos que auto justifican sus vicios y sus actos desvergonzados. El hombre es capaz de estar hundido en el peor sitio, y sentir que es un lugar o situación placentera. Ese es una de las maneras que el instinto del mal tiene para confundiros, mientras nos hace cometer alguna falta intenta hacernos sentir que estamos realizando una buena obra. Para eso es importante no confundirse y vivir con objetividad.[11]

 

En una ciudad vivía un judío justo. La gente decía que predecía el futuro. Cuando el gobernador escuchó esto, se resistió a creerlo, pero la curiosidad lo obligó a cerciorarse de la verdad. Cuando el judío fue citado intuyó lo que le esperaba, se estremeció y rezó a Hashem para que pusiera en su boca las palabras correctas. Una vez que lo tuvo frente a él, le preguntó: “¿Es cierto lo que dicen de ti?”. El hombre no sabía que contestar. El gobernador arremetió: “Te voy a hacer una pregunta, si no me respondes correctamente te mataré. ¿Dime cuándo será el día de tu muerte?”. El judío se estremeció, el gobernador había preparado la pregunta con la intención de probar la capacidad profética del judío. Y así era su plan: si diría que moriría en un día determinado, inmediatamente, sacaría la pistola y lo mataría allí mismo, comprobando a todos que sus palabras carecían de sentido. Si respondía que habría de morir en ese mismo día, esperaría entonces hasta la noche y desmentiría a todos lo que lo alababan.

 

El judío cerro sus ojos y le respondió: “Yo moriré el mismo día que usted”. El gobernador introdujo su mano en el bolsillo para sacar la pistola y disparar contra el judío como lo había planeado. Pero sucedió algo inesperado: la mano se le paralizó y no podía sacar el revólver por un gran temor que se apoderó de él; temblaba de miedo, después de algunos minutos, envió al judío en paz a su casa.

 

Vemos otro ejemplo que nos ilustra la fuerza que tienen los intereses personales: El interés del gobernante era su propio orgullo, no quería creer que el judío poseía dones proféticos. Cuando ese interés fue apagado por un interés superior (el deseo de vivir), cambió radicalmente su posición y comenzó a temer que tal vez ese hombre sí conocía el futuro, ni todo el odio ni la envidia que le tenía pudieron contra la duda de perder su vida. La gran enseñanza que nos deja Eliezer es que los deseos, hechos y pensamientos del hombre son influenciados por distintos intereses y así como el soborno ciega a quien lo toma, de la misma forma el hombre se auto engaña presa de sus deseos. La lección: Ser bien objetivos en la vida, siguiendo sólo los lineamientos de la Torá.©Musarito semanal

 

“Cuídate de Aquél que engaña a los demás. Pero de engañarte a ti mismo, cuídate más.”[12]

 

 

 

 

 

 

 

[1] Ramban

 

[2] Bereshit Rabá 59, 9

 

[3] Yonatán ben Uziel Bereshit 14:14

 

[4] Bereshit 15:2

 

[5] Yomá 28b

 

[6] Bereshit 24:2

 

[7] Séfer HaPerashiot; Jayé Sará

 

[8] Bereshit Rabá 60:7

 

[9] Yalkut Shimoní 106

 

[10] Bereshit 9:25

 

[11] Rab Shalom Shebadron

 

[12] Rabí Menajem Méndel de Kotzk

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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